Se ha escrito mucho sobre viajar a la India. Pero no lo suficiente. Por eso hoy traemos un nuevo artículo con 15 razones para visitar la India. La India es un país que despierta pasiones y contradicciones. Es un destino que no deja indiferente a nadie, que te reta y te transforma, que te muestra lo mejor y lo peor de la humanidad. Viajar a la India es una experiencia única e inolvidable, que te ofrece una gran diversidad de paisajes, culturas, religiones y sabores. La India es un país que hay que saber elegir y disfrutar con los cinco sentidos.
1. Conocer una cultura única
La India es un país con una diversidad cultural impresionante, donde conviven diferentes religiones, lenguas, tradiciones y costumbres. Viajar a la India es una oportunidad de conocer una cultura única y fascinante, que puede causar tanto rechazo como admiración, pero que nunca deja indiferente. Podrás ver cómo los hindúes viven por y para su religión, cómo los sikhs lucen sus turbantes y espadas, cómo los budistas practican la meditación y el desapego, o cómo los jainistas respetan toda forma de vida. También podrás aprender sobre la historia milenaria de la India, que se remonta a la civilización del valle del Indo hace más de 5000 años, y que ha sido influenciada por las invasiones persas, griegas, árabes, mongoles y británicas. La India es un país que te sorprenderá por su riqueza y complejidad cultural.
2. Disfrutar de una explosión de color
La India es un país que destaca por su colorido, que se refleja en sus mercados de especias, sus coches pintados para venerar a algún dios, sus saris y turbantes de vivos colores, o su fiesta holi donde los polvos de colores son los protagonistas. Pero el color no solo está en las cosas materiales, sino también en los paisajes, los edificios y hasta los cielos de la India. Podrás admirar el blanco inmaculado del Taj Mahal, el rosa de Jaipur, el azul de Jodhpur, el verde de Kerala o el naranja del atardecer sobre el Ganges. El color también tiene un significado simbólico en la India, asociado a las emociones, los elementos o los dioses. Por ejemplo, el rojo representa la pasión, el fuego y la diosa Durga; el amarillo representa la felicidad, la tierra y el dios Vishnu; el verde representa la vida, la naturaleza y el dios Ganesha.
3. Degustar su gastronomía
La comida india es famosa por ser picante, pero también por ser deliciosa y variada. Cada región tiene sus propios platos y especialidades, que se basan en el uso de especias, salsas y panes. Podrás probar el curry, el dal (lentejas), el biryani (arroz con carne o verduras), el roti (pan plano), el naan (pan con levadura), el samosa (empanadilla frita), el lassi (batido de yogur) o el chai (té con leche y especias). Además, la India es un paraíso para los vegetarianos, ya que hay muchas opciones sin carne. La gastronomía india también refleja la diversidad cultural y religiosa del país. Por ejemplo, los hindúes no comen vaca por ser un animal sagrado; los musulmanes no comen cerdo por ser impuro; los jainistas no comen nada que haya sido arrancado de la tierra por respeto a la vida; y los sikhs no comen nada que haya sido sacrificado con crueldad.
4. Visitar el Taj Mahal
El Taj Mahal es una de las maravillas del mundo y el símbolo más emblemático de la India. Se trata de una impresionante tumba de mármol blanco que el emperador mogol Shah Jahan mandó construir en honor a su esposa favorita, Mumtaz Mahal, que murió al dar a luz a su decimocuarto hijo. El Taj Mahal es una obra maestra de la arquitectura y la simetría, que se refleja en las aguas del río Yamuna y cambia de color según la hora del día. Verlo en persona es una experiencia inolvidable. El Taj Mahal también es una muestra del amor y la devoción que sentía Shah Jahan por su esposa. Según la leyenda, él quería construir otro mausoleo idéntico al otro lado del río, de mármol negro, para que fuera su propia tumba y así estar junto a ella para siempre. Sin embargo, este proyecto nunca se realizó, ya que su hijo Aurangzeb lo derrocó y lo encerró en el fuerte de Agra, desde donde solo podía ver el Taj Mahal por una ventana. Shah Jahan murió en 1666 y fue enterrado junto a Mumtaz Mahal en el mismo mausoleo que había erigido para ella. Así, el Taj Mahal se convirtió en el símbolo eterno de su amor.
5. Buscar la tranquilidad
Aunque la India puede ser un país caótico y ruidoso, también tiene lugares donde encontrar la paz y la armonía. Muchas personas vienen a la India para practicar yoga, meditar o pasar tiempo en un ashram (centro espiritual). También hay lugares donde disfrutar de la naturaleza y el silencio, como las montañas del Himalaya, los backwaters de Kerala o las playas de Goa. La India te ofrece la oportunidad de desconectar del mundo y conectar contigo mismo. Algunos de los destinos más populares para el turismo de salud y bienestar son Rishikesh, considerada la capital mundial del yoga; Dharamsala, donde reside el Dalai Lama y se puede aprender sobre el budismo tibetano; o Auroville, una comunidad utópica fundada por una discípula de Sri Aurobindo.
6. Vivir su espiritualidad
La India es un país profundamente espiritual, donde la religión impregna todos los aspectos de la vida. Podrás participar en rituales y ceremonias que te acercarán a la fe y la devoción de los indios. Por ejemplo, podrás asistir a un aarti (adoración al fuego) a lo largo del río Ganges en Varanasi, Rishikesh o Haridwar; visitar templos sagrados como el Templo Dorado de Amritsar o el Templo del Loto en Delhi; peregrinar al Monte Kailash o al Templo Jagannath en Puri; o bañarte en las aguas sagradas del Ganges. La India también es el lugar de nacimiento de grandes religiones como el hinduismo, el budismo, el jainismo y el sijismo, que podrás conocer más a fondo visitando sus lugares sagrados y aprendiendo sobre sus filosofías y prácticas.
7. Apreciar la arquitectura histórica
La India tiene una rica historia que se refleja en su arquitectura. Podrás ver edificios que datan desde la época antigua hasta la colonial, pasando por las dinastías hindúes y musulmanas. Algunos ejemplos son los templos tallados en roca de Ajanta y Ellora; los palacios y fuertes del Rajastán; las mezquitas y tumbas mogolas; las iglesias y casas portuguesas de Goa; los monumentos británicos como la Puerta de la India o el Fuerte Rojo; o las construcciones modernas como el Templo Akshardham o el Hotel Taj Mahal Palace. La arquitectura india también muestra la influencia de diferentes estilos y culturas, como el persa, el árabe, el turco, el mongol, el europeo o el chino.
8. Hacer compras
La India es un país ideal para hacer compras, ya que ofrece una gran variedad de productos artesanales, textiles, joyas y souvenirs a precios muy asequibles. Podrás regatear en los bazares y mercados, donde encontrarás desde especias, té y perfumes hasta sedas, algodones y pashminas. También podrás comprar artículos de madera, metal, piedra o cerámica, con diseños tradicionales o modernos. Algunos de los productos típicos de la India son el barfi (dulce de leche condensada), el kaju barfi (dulce de anacardos), el kulfi (helado cremoso), el idli (pastel de arroz y lentejas) o el sambar (guiso de verduras).
9. Participar en sus festivales
La India es un país que celebra numerosos festivales a lo largo del año, que reflejan su diversidad cultural y religiosa. Algunos de los más populares son el Diwali (festival de las luces), el Holi (festival de los colores), el Durga Puja (festival de la diosa Durga), el Ganesh Chaturthi (festival del dios elefante), el Navratri (festival de las nueve noches) o el Onam (festival de la cosecha). Estos festivales son una oportunidad para disfrutar de la alegría, la música, la danza, los rituales y las tradiciones de la India.
10. Conocer su fauna y flora
La India es un país con una gran biodiversidad, que alberga más de 90.000 especies animales y 45.000 especies vegetales. Podrás ver desde elefantes, tigres, leones y leopardos hasta monos, camellos y cocodrilos. También podrás admirar la belleza de sus flores, como el loto, el jazmín o la rosa. La India cuenta con más de 500 parques nacionales y reservas naturales, donde podrás hacer safaris o excursiones para observar la vida silvestre.
11. Aprender sobre su arte y cultura
La India tiene una rica herencia artística y cultural, que se manifiesta en sus diversas formas de expresión. Podrás apreciar su arte en sus pinturas, esculturas, arquitectura, literatura, música, danza, teatro o cine. La India ha dado al mundo grandes artistas como Rabindranath Tagore, Ravi Shankar, Satyajit Ray o R.K. Narayan. También podrás conocer su cultura a través de sus mitos, leyendas, cuentos populares o epopeyas como el Ramayana o el Mahabharata.
12. Experimentar su diversidad
La India es un país que se caracteriza por su diversidad en todos los aspectos: geográfico, étnico, lingüístico, religioso, social y cultural. Podrás viajar desde las altas cumbres del Himalaya hasta las playas tropicales del sur; desde las ciudades modernas y cosmopolitas hasta los pueblos rurales y tradicionales; desde los desiertos áridos hasta los bosques húmedos; desde las zonas hindúes hasta las musulmanas, budistas o cristianas; desde las castas altas hasta las bajas o los intocables; desde las costumbres ancestrales hasta las innovaciones tecnológicas. La India es un país que te sorprenderá por su contraste y su complejidad.
13. Disfrutar de su hospitalidad
La India es un país que se distingue por su hospitalidad y su calidez humana. Los indios son gente amable, generosa y curiosa, que te harán sentir bienvenido y te ayudarán en lo que puedan. Los indios tienen un dicho: “Atithi Devo Bhava”, que significa “el huésped es Dios”. Para ellos, recibir a un visitante es un honor y una oportunidad para compartir su cultura y su amistad. Los indios te invitarán a sus casas, a sus templos o a sus fiestas con una sonrisa y un “Namaste” (saludo con las manos juntas).
14. Aventurarse en sus medios de transporte
La India es un país que te ofrece una variedad de medios de transporte para moverte por su territorio. Podrás viajar en trenes, autobuses, aviones, coches, motos, rickshaws, tuk-tuks, bicicletas o barcos. Cada uno tiene sus ventajas y desventajas, dependiendo del tiempo, el dinero y la comodidad que busques. Los trenes son la opción más popular para largas distancias, ya que son baratos, rápidos y cómodos. Los autobuses son más económicos pero menos confortables y seguros. Los aviones son los más rápidos pero también los más caros y menos ecológicos. Los coches y las motos te dan más libertad pero también más riesgo de accidentes o multas. Los rickshaws y los tuk-tuks son los más divertidos pero también los más ruidosos y contaminantes. Las bicicletas son las más saludables pero también las más cansadas y peligrosas. Los barcos son los más relajantes pero también los más lentos y escasos.
15. Enamorarse de su magia
La India es un país que te enamorará con su magia y su encanto. Es un país que te hará sentir emociones intensas, que te desafiará y te transformará. Es un país que te mostrará la belleza y la fealdad, la alegría y el dolor, la vida y la muerte. Es un país que te enseñará lecciones valiosas, que te inspirará y te sorprenderá. Es un país que no te dejará indiferente, que te cautivará y te atrapará. La India es un país que hay que vivir al menos una vez en la vida.
Síguenos en las redes