Soria, ubicada en el corazón de Castilla y León, es una de esas provincias que, aunque no figura entre los destinos turísticos más populares de España, esconde auténticos tesoros para quienes buscan naturaleza, historia y una atmósfera auténtica. Conocida por sus paisajes montañosos, valles cubiertos de encinas, ríos cristalinos y pequeños pueblos que parecen detenidos en el tiempo, la provincia es perfecta para el turismo rural.
En sus pueblos se percibe la esencia de la vida tradicional, donde las calles empedradas, las casas de piedra, y la tranquilidad son protagonistas. Estos pueblos no solo ofrecen belleza arquitectónica, sino también una rica historia que abarca desde épocas romanas hasta medievales. Si a esto le sumamos una oferta gastronómica exquisita, con productos locales de calidad, Soria se convierte en un destino ideal para aquellos que buscan disfrutar de un viaje relajante, enriquecedor y lleno de experiencias auténticas.
Hoy te presentamos los 10 pueblos más encantadores de Soria que no te puedes perder. Cada uno de ellos tiene un atractivo especial que los convierte en paradas obligatorias para los amantes del turismo rural y cultural.
1. Lumías
Lumías es un pequeño y encantador pueblo que se encuentra en una de las zonas más tranquilas de Soria. Su reducido tamaño y población lo convierten en un refugio perfecto para quienes buscan escapar del bullicio de las ciudades y disfrutar de la naturaleza en su estado más puro. Rodeado de verdes praderas y colinas, este pueblo ofrece un paisaje de postal, ideal para disfrutar de largas caminatas por senderos solitarios que serpentean entre campos y bosques.
Uno de los principales atractivos de Lumías es su iglesia románica del siglo XII, una joya arquitectónica que destaca por su sencillez y belleza. La construcción de piedra, con un pequeño campanario y su ubicación en lo alto del pueblo, proporciona una vista espectacular del entorno natural que rodea la localidad. Además, el pueblo está situado muy cerca del río Duero, por lo que es ideal para quienes disfrutan de la pesca o de paseos junto al río.
Lumías es también un lugar excelente para el turismo activo, ya que ofrece rutas de senderismo y ciclismo que permiten descubrir los paisajes de la comarca. Si buscas tranquilidad y desconexión, Lumías es el lugar perfecto para pasar unos días de descanso.
2. Calatañazor
Si existe un pueblo en Soria que parece haberse detenido en el tiempo, ese es Calatañazor. Situado sobre una colina, sus calles empedradas, casas de piedra y madera, y sus murallas medievales, hacen de este lugar una joya del pasado que ha sabido preservar su esencia a lo largo de los siglos. Es famoso por la legendaria batalla de Calatañazor, en la que se dice que el caudillo musulmán Almanzor fue derrotado, marcando un momento decisivo en la Reconquista.
Pasear por sus calles es como viajar al medievo. Las casas de entramado de madera, con tejados de teja árabe, dan al pueblo un carácter rústico inigualable. Además, desde lo alto de la colina, junto a las ruinas del castillo, se obtienen unas vistas impresionantes del Valle de la Sangre y de los campos de Soria. El entorno natural de Calatañazor también es digno de admirar, con el cercano Sabinar de Calatañazor, un bosque de sabinas centenarias que es uno de los más singulares de Europa.
Este pueblo es perfecto para quienes buscan una experiencia histórica y natural, ya que combina su imponente arquitectura medieval con un entorno natural espectacular. Además, no puedes irte de Calatañazor sin probar su rica gastronomía local, que incluye platos tradicionales como la caldereta o el cordero lechal.
3. Medinaceli
Medinaceli es una parada obligatoria en cualquier recorrido por Soria. Situado en lo alto de una colina, este pueblo ofrece unas vistas panorámicas impresionantes del valle del Jalón. Lo que lo hace único es la mezcla de historia romana, árabe y cristiana que se refleja en sus monumentos y calles. Uno de sus mayores atractivos es su Arco Romano, una construcción del siglo I que se mantiene en pie y que es el único de su tipo en la Península Ibérica.
La Plaza Mayor es otro de los puntos más emblemáticos de Medinaceli. Rodeada de edificios históricos, como el Palacio Ducal y la Colegiata de Nuestra Señora de la Asunción, es un lugar ideal para disfrutar de la tranquilidad del pueblo mientras saboreas un café o un vino local. Además, Medinaceli ha sido testigo de una gran cantidad de eventos históricos, y pasear por sus calles es como recorrer un museo al aire libre.
El castillo medieval, aunque en ruinas, añade un toque de misterio al paisaje, y desde sus murallas se obtienen unas vistas inigualables de los alrededores. Además, en Medinaceli se celebran diversos eventos culturales a lo largo del año, como la Feria de Todos los Santos y las Jornadas Gastronómicas del Cordero, que atraen a visitantes de toda la provincia.
4. Almazán
Almazán es una villa histórica situada a orillas del río Duero que destaca por su impresionante patrimonio artístico y arquitectónico. Su cercanía a la capital provincial la convierte en una opción perfecta para quienes buscan combinar una escapada rural con la posibilidad de visitar Soria ciudad. Almazán fue un importante núcleo durante la Edad Media, lo que se refleja en su imponente muralla, que aún conserva algunas de sus puertas originales.
La Plaza Mayor de Almazán es uno de los rincones más encantadores del pueblo, con su iglesia de San Miguel, una obra maestra del románico. Las casas blasonadas que rodean la plaza son testimonio de la importancia histórica de la villa. Además, Almazán es conocida por su gran variedad de conventos e iglesias, como el convento de la Merced o la iglesia de San Vicente, que son visitas obligadas para los amantes del arte sacro.
El Parque de la Arboleda es un lugar ideal para relajarse y disfrutar de la naturaleza, con frondosos árboles y caminos junto al río. La gastronomía local también es un punto fuerte de Almazán, famosa por su repostería y por sus embutidos de calidad, como la morcilla y el chorizo.
5. Vinuesa
Vinuesa es uno de los pueblos más pintorescos de Soria, situado en plena Sierra de Urbión y a las puertas de la Laguna Negra, uno de los parajes naturales más conocidos de la provincia. Su entorno natural es simplemente espectacular, rodeado de bosques de pinos, hayas y robles que se extienden por las montañas. Vinuesa es el lugar perfecto para los amantes de la naturaleza y el senderismo, ya que desde aquí parten varias rutas que conducen a la Laguna Negra y a otros puntos de interés natural.
El casco histórico de Vinuesa también merece ser descubierto, con sus estrechas calles, sus casas señoriales de piedra y su iglesia parroquial de Nuestra Señora del Pino, una obra gótica que data del siglo XV. La localidad tiene una rica tradición ganadera y agrícola, lo que se refleja en su excelente gastronomía, donde destacan platos como el cordero asado y las migas.
Vinuesa también es conocida por sus fiestas populares, especialmente las celebraciones de San Roque y la Virgen del Pino, que se llevan a cabo en agosto y que atraen a muchos visitantes. Estas fiestas, que incluyen procesiones, verbenas y actividades tradicionales, son una excelente oportunidad para conocer de cerca las costumbres y tradiciones de la comarca.
6. Berlanga de Duero
Berlanga de Duero es uno de los pueblos más imponentes de Soria, gracias a su imponente castillo y su magnífica colegiata. El castillo, una fortaleza medieval que se alza sobre una colina, domina todo el paisaje y es el símbolo más representativo del pueblo. Desde su parte más alta, se pueden obtener vistas espectaculares del valle del Duero y de los alrededores.
El casco antiguo de Berlanga también es digno de mención, con sus estrechas calles y su arquitectura medieval. La colegiata de Santa María del Mercado, una impresionante iglesia renacentista, es uno de los principales puntos de interés del pueblo, y su interior alberga importantes obras de arte sacro. Además, Berlanga cuenta con varias casas señoriales y palacios que muestran el esplendor que tuvo el pueblo en épocas pasadas.
Berlanga de Duero también es conocida por sus rutas senderistas, especialmente las que recorren el Cañón del Río Talegones, un espacio natural de gran belleza que combina escarpados acantilados con zonas boscosas y verdes praderas.
7. Yanguas
Yanguas, situado en el noreste de la provincia, es uno de los pueblos más bonitos y menos conocidos de Soria. Declarado uno de los «Pueblos más bonitos de España», Yanguas está rodeado por un impresionante paisaje de montañas y valles. El casco antiguo está muy bien conservado y destaca por sus casas de piedra y sus edificios medievales, que nos transportan a otra época.
El río Cidacos atraviesa el pueblo, y sus aguas cristalinas lo convierten en un lugar ideal para dar paseos junto al cauce o disfrutar de un picnic en sus márgenes. Además, Yanguas cuenta con un impresionante castillo medieval que, aunque en ruinas, sigue siendo un símbolo de la importancia histórica del pueblo. El castillo está situado en lo alto de una colina, y desde allí se obtienen vistas panorámicas de los valles circundantes.
Yanguas es un excelente punto de partida para rutas de senderismo que te llevarán por los hermosos paisajes de la Sierra de Cameros, una de las zonas más vírgenes y menos exploradas de la provincia de Soria.
8. San Esteban de Gormaz
San Esteban de Gormaz es un encantador pueblo a orillas del río Duero que destaca por su rico patrimonio histórico y cultural. El pueblo tiene una gran importancia histórica, ya que fue uno de los primeros puntos en la Reconquista y formó parte de la línea defensiva del Reino de Castilla. Sus calles están llenas de historia y es un lugar perfecto para descubrir el legado románico en Soria.
La iglesia de San Miguel es uno de los principales atractivos del pueblo, ya que es una de las primeras iglesias románicas con galerías porticadas de la península. También destaca la iglesia de Nuestra Señora del Rivero, desde cuya torre se obtienen magníficas vistas del río Duero y de los viñedos que rodean la localidad.
San Esteban de Gormaz es también conocido por sus bodegas subterráneas, que forman parte de la Ruta del Vino Ribera del Duero. Los amantes del vino disfrutarán de la posibilidad de visitar algunas de estas bodegas y degustar los excelentes caldos de la zona. Además, el pueblo cuenta con una gran oferta gastronómica, donde destacan los platos de caza y los productos locales.
9. Rello
Rello es un pequeño pueblo fortificado que parece sacado de un cuento de hadas. Ubicado en lo alto de una colina, rodeado por murallas, Rello ofrece unas vistas impresionantes del valle y de los acantilados que lo rodean. Pasear por sus calles es como retroceder en el tiempo, ya que el pueblo ha conservado en gran medida su trazado medieval y su arquitectura original.
La muralla que rodea Rello es una de las mejor conservadas de Soria, y desde sus torres de vigilancia se pueden contemplar paisajes espectaculares. El castillo, aunque en ruinas, sigue siendo uno de los principales puntos de interés, y su presencia añade un aire de misterio al pueblo.
Rello es un lugar perfecto para los amantes de la fotografía, ya que sus calles empedradas, sus casas de piedra y las vistas desde las murallas lo convierten en uno de los pueblos más pintorescos de la provincia. Además, el entorno natural que lo rodea es ideal para el senderismo y la observación de aves, ya que los acantilados cercanos son el hogar de diversas especies de aves rapaces.
10. Molinos de Duero
Molinos de Duero es uno de los pueblos más pintorescos de la comarca de Pinares. Su nombre hace honor a los antiguos molinos que aprovechaban la fuerza del río Duero para moler el grano, y aún hoy se pueden ver algunos de estos molinos en pie. El casco antiguo del pueblo está muy bien conservado y destaca por sus casas señoriales construidas en piedra, muchas de ellas con blasones que recuerdan la importancia de las familias nobles que vivieron aquí.
El entorno natural de Molinos de Duero es uno de sus mayores atractivos, ya que está rodeado de densos bosques de pinos que ofrecen numerosas posibilidades para el senderismo y las excursiones. La cercanía del embalse de la Cuerda del Pozo y la Laguna Negra también lo convierten en un lugar ideal para los amantes de los deportes acuáticos y las actividades al aire libre.
Uno de los edificios más emblemáticos del pueblo es la Casa de los Ramos, una magnífica casa señorial que data del siglo XVIII y que es un excelente ejemplo de la arquitectura tradicional de la zona. Además, Molinos de Duero cuenta con una rica tradición gastronómica, donde destacan los platos elaborados con productos locales como las setas y el cordero.
Soria es una provincia llena de sorpresas y encantos. Sus pequeños pueblos, lejos de las rutas más turísticas, son auténticos tesoros que ofrecen al visitante una experiencia única. Cada uno de ellos tiene algo especial que lo hace digno de ser visitado, ya sea por su historia, su arquitectura, su entorno natural o su tranquilidad. En un mundo cada vez más acelerado, estos pueblos son un remanso de paz donde es posible disfrutar de la vida a otro ritmo, conectando con la naturaleza y la historia en su forma más pura.
Ya sea paseando por las calles empedradas de Calatañazor, disfrutando de las vistas panorámicas desde Medinaceli o recorriendo las rutas naturales que rodean a Vinuesa, cada uno de estos lugares tiene un encanto particular que no te dejará indiferente. Así que, si estás planeando una escapada rural, no dudes en incluir Soria en tu itinerario.
Imagen: Diego Delso
Síguenos en las redes