El mundo culinario está lleno de sorpresas, y lo que para unos puede parecer normal, para otros puede resultar exótico o incluso incomprensible. En diferentes culturas, se consumen platos que pueden parecer extraños, pero que son parte integral de las tradiciones y estilos de vida locales. Hoy veremos las 8 comidas más raras que puedes encontrar alrededor del mundo.
1. Balut (Filipinas)
El balut es un plato tradicional filipino que consiste en un huevo de pato fertilizado con un embrión parcialmente desarrollado en su interior. Este huevo se cuece y se consume directamente de la cáscara. El balut es considerado un manjar en Filipinas y en otros países del sudeste asiático. Para muchos extranjeros, la idea de comer un embrión con plumas y huesos puede resultar impactante, pero para los locales es una delicia llena de sabor y nutrientes.
2. Casu Marzu (Italia)
El casu marzu es un tipo de queso originario de Cerdeña, Italia, que ha ganado notoriedad por una razón particular: contiene larvas vivas de mosca. Este queso se elabora dejando que las moscas depositen sus huevos en la cuajada, y las larvas que nacen ayudan a fermentar y descomponer el queso, dándole una textura suave y un sabor intenso. Aunque su consumo está prohibido oficialmente por cuestiones de seguridad alimentaria, sigue siendo popular entre los habitantes de Cerdeña.
3. Sannakji (Corea del Sur)
El sannakji es un plato coreano que consiste en pulpo bebé servido vivo y aún retorciéndose. Los tentáculos del pulpo se cortan en trozos pequeños, que se condimentan con aceite de sésamo y se sirven inmediatamente. Los comensales deben masticar con cuidado, ya que los tentáculos todavía pueden moverse y adherirse a la boca o la garganta, lo que añade un elemento de desafío a la experiencia.
4. Hákarl (Islandia)
En Islandia, el hákarl es un plato tradicional que se prepara a partir de carne de tiburón de Groenlandia fermentada. El tiburón se entierra y se deja fermentar durante meses, antes de ser desenterrado y secado al aire. Este proceso elimina las toxinas naturales del tiburón, pero también le otorga un olor y un sabor extremadamente fuertes que muchos describen como amoníaco puro. Es un alimento de gusto adquirido, que suele acompañarse con un trago de licor local para mitigar su intensidad.
5. Hormigas culonas (Colombia)
Las hormigas culonas, también conocidas como «hormigas santandereanas», son un bocadillo tradicional en algunas regiones de Colombia. Estas grandes hormigas se tuestan y se comen como si fueran frutos secos. Se considera un manjar y es apreciado por su alto contenido proteico y su sabor crujiente. Para algunos, la idea de comer insectos puede ser poco apetecible, pero es una práctica común en varias culturas de todo el mundo.
6. Escamoles (México)
Los escamoles son las larvas de una especie de hormiga que se encuentran en las raíces de las plantas de agave en México. Este plato prehispánico es conocido como «el caviar mexicano» por su textura delicada y su sabor suave y mantecoso. Los escamoles se preparan comúnmente fritos con mantequilla y se sirven en tacos o como acompañamiento de otros platos. Aunque pueda sonar exótico, es un manjar valorado por los amantes de la cocina tradicional mexicana.
7. Surströmming (Suecia)
El surströmming es un tipo de arenque fermentado que se consume en Suecia, y es famoso por ser uno de los alimentos con peor olor del mundo. Este pescado se fermenta en latas durante meses, y cuando se abre, libera un olor tan fuerte que suele consumirse al aire libre para evitar que el hedor se quede en la casa. Pese a su olor penetrante, el surströmming es un manjar muy valorado en la cultura sueca y suele servirse con pan, cebolla y patatas. Quizás te divierta ver vídeos de gente probándolo por primera vez.
8. Sopa de nido de golondrina (China)
La sopa de nido de golondrina es un plato chino que ha sido valorado durante siglos por sus supuestos beneficios para la salud y su rareza. Los nidos, que son construidos por las golondrinas utilizando su saliva, se recolectan en cuevas o acantilados y luego se limpian y cocinan en un caldo. El resultado es una sopa gelatinosa y delicada que es considerada un lujo, especialmente entre las élites. La textura única y el costo elevado del plato lo convierten en uno de los manjares más exóticos del mundo, además de un símbolo de estatus en la cultura china.
Estas comidas nos recuerdan que la diversidad cultural se extiende también al ámbito culinario. Lo que puede parecer extraño o repulsivo para algunos, es parte integral de la dieta y las tradiciones de otros. Viajar y probar estos alimentos exóticos puede ser una manera fascinante de explorar nuevas culturas y desafiar nuestros propios límites gastronómicos.
Síguenos en las redes